lunes, 19 de marzo de 2012

Sustituto del código de barras

La tecnología del código de barras está con nosotros desde hace varios años aunque ha tenido algunas limitaciones. Por ejemplo, cuando pasamos el producto en varias posiciones y el lector no muestra la información o peor aún, está descompuesto justo cuando vamos a pagar. Tampoco funciona cuando llevamos una verdura sin código, por ejemplo, y la cajera tiene que buscar primero qué es el producto y digitar a mano el código en la caja.

Esta necesidad se está viendo compensada por una nueva generación de lectores o escáneres que reconocerán al objeto en sí mismo, dejando de lado los códigos de barras. La tecnología fue desarrollada por Toshiba Tec durante el evento “Retail Tech Japan” que se realiza en Tokio.



El nuevo dispositivo tiene una cámara que “mira al objeto” cotejándolo con una base de datos con precios incluidos. Esto sería especialmente útil cuando se trata de frutas y verduras. Como no tienen un código de barras individual, en ocasiones deben estar en una bolsa con una etiqueta pegada con los datos del producto.
Esta cámara es muy sensible ya que es capaz de diferenciar entre varios productos semejantes, por ejemplo, cuando se trata de tres clases diferentes de manzanas. El sistema es capaz de diferenciarlos de acuerdo al patrón y el color de la fruta. También funciona cuando la cajera desliza rápidamente el objeto y no se necesita tener experiencia en el manejo de un escáner.

El artículo continúa tras el salto...




Los usos futuros rayan la ciencia-ficción. Así, una nevera equipada con lector podría indicar cuándo la fecha de caducidad de un alimento está próxima a vencer. La información que puede almacenar uno de estos dispositivos es notable, por lo que lo es muy probable que apenas se haya siquiera ideado una pequeña parte de las potencialidades que puede ofrecer.

Sin embargo, el principal problema para su expansión es lo caro que resulta. O mejor dicho, la carestía de cada unidad. Un 'chip' RFID barato cuesta 20 céntimos de euro, lo que aparentemente no es mucho, si no fuera por el hecho de que hay que aplicarlo a cada unidad de cada producto, con independencia de su costo comercial. Y, con el precio actual, sólo la etiqueta, por ejemplo, valdría más que un yogur, un costo absurdo por la industria. Por el momento, su uso se circunscribe a productos más caros, como la ropa, el calzado o los electrodomésticos. En la industria logística, a muchos palet le incorporan estas etiquetas donde facilitan mucho la gestión automatizada. Pero nadie duda que está cerca el día en que se abaratarán estos 'chips' hasta hacer este futuro posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario